(La tentation de Saint Antoine)
1878, grabado y aguafuerte, 73.8 x 54.3 cm
"Justamente aquello que se escogió como instrumento de la represión [...] pasa a ser el portador de lo que retorna; dentro de lo represor y a sus espaldas se impone al fin, triunfante, lo reprimido. Un conocido aguafuerte de Félicien Rops ilustra, con mayor evidencia de la que podrían ofecer una suma de explicaciones, este hecho en que se repara poco y sin embargo demanda ser apreciado. Lo hace, por añadidura, en el arquetípico caso de la represión en la vida del santo y penitente. Un monje asceta se ha refugiado ―sin duda de las tentaciones del mundo― en la imagen del Redentor crucificado. Y hete aquí que la cruz se esfuma como una sombra, y en su lugar, en sustitución de ella, se eleva radiante la imagen de una voluptuosa mujer desnuda en la misma postura de crucifixión. Otros pintores de menor perspicacia psicológoca han mostrado, en tales figuraciones de la tentación, impúdicos y triunfantes los pecados en algún sitio junto al Redentor crucificado; sólo Rops les hizo ocupar el lugar mismo del Redentor en la cruz, como si hubiera sabido que lo reprimido, en su retorno, sale a la luz desde lo represor mismo." (Freud, "El delirio y los sueños en la «Gradiva» de W. Jensen". Publicado en 1907, es uno de los primeros trabajos de divulgación de su teoría de la neurosis y el psicoanálisis).
«In 1878 Rops wrote to his friend the painter François Taelemans:
"The subject
is easy to understand; the good Saint Anthony, pursued by lustful visions,
hastens to his prie-dieu, but at the same time, Satan ―a peculiar red monk― plays a trick on him; he removes Christ from the cross and replaces Him with a
beautiful girl, any self-respecting devil always has one handy. All of this is a
mere pretext to paint a beautiful girl as nature intended her to be. A year ago
she gave us eggs cooked with tripe to eat, according to the recipe of Touraine.
Finally, after much insisting, she agreed to pose for her old Fély, in the same
way as the Princess Borghèse posed for Canova. I changed only the hair..."
He
continued:
"People should be aware that there is no question here of an
attack on religion or of any eroticity. A beautiful girl, like the one you know,
may be portraited (sic) without any idea of lechery. As for religion, it is not
under attack. When Goya shows Lucifer stealing the Blessed Sacrament, he has no
more anti-religious ideas than I...."
Rops was to write again with regard
to this work:
"Here is more or less what I wanted Satan to say to the good
Anthony (...) I want to show you that you are mad Anthony, to worship your
abstractions! That your eyes may no longer search in the blue depths for the
face of Christ, nor for incorporeal Virgins! Your Gods have followed those of
Olympus (...) But Jupiter and Jesus did not carry off eternal Wisdom, nor Venus
and Mary eternal Beauty! Even if the Gods are gone, Woman remains. The love of
Woman remains and with it the abounding love of Life."»
